Confieso que la primera vez que leí Soberbia no encontré en él nada que me hiciera pensar que pudiera ser un libro vulgar…
Al contrario, este es un libro magnífico que despertó mis ansias de lectura cuando mi padre lo puso en mis manos, hace ya muchos años. Hoy, al descubrirlo entre un montón de libros guardados, lo ha rescatado para mí. Y aquí estoy, releyendo a Somerset Maugham como si fuera la primera vez.
¿Os animáis?
Deja un comentario